A estas alturas de agosto, cuando el descanso llega a nuestros campos de labor, el aire ya trae olores diferentes, más frescos, más puros. La luz se vuelve limpia, cálida, mágica... y las nubes nos regalan un cielo deseoso de abrazar el nuevo tiempo que ha de venir.
Preciosa, como todo lo que tus manos abrazan.
ResponderEliminarGracias amigo.
ResponderEliminarEspero verte pronto!