...Sólo son pipas




Y constantemente buscan el sol del verano.
De este a oeste van girándose con una paciencia de un día
y la espera de una noche... Sosiego casi infinito que para mi quisiera.
No hay prisa. 
Nada mejor para hoy que dejarse cegar por el Astro Rey.
 Y para mañana... y pasado...
Vergel ávido de su luz y su calor, y sin embargo… sólo son pipas.

Mochuelillo

Es la más simpática y entrañable de nuestras rapaces nocturnas y es muy habitual verla durante el día posada sobre paredes y ruinas de viejos cortijos que dispersos por la campiña  y a duras penas se mantienen en pie.




Si intentamos acercarnos se hincha o agacha y agazapadillo agita su gruesa cabeza con un movimiento vertical brusco, sin que se estremezca el resto del cuerpo. Luego, tras un parpadeo de sus llamativos ojos amarillos y una sorprendente vuelta de la cabeza para inspeccionar los alrededores, esta curiosa bola de plumas emprende el vuelo.

El Buho chico

... Que atento y curioso estuvo observando mis movimientos durante un buen rato...  y es que estas rapaces nocturnas adoptan posturas tan miméticas en las ramas de los árboles que se hacen casi invisibles a nuestros ojos.




 


No soy la única, pero aún así soy alguien.
No puedo hacer todo, pero aún así puedo hacer algo;
y justo porque no lo puedo hacer todo,
 no renunciaré a hacer lo que sí puedo –
                                       Hellen Keller

Águila calzada


Es la más pequeña de nuestras águilas pero no por ello la menos poderosa. Contrastado plumaje en fase clara, fuertes garras y silencioso vuelo el de este ejemplar que planea sobre su cazadero de la campiña.
DE UNA CORRECTA RELACIÓN CON EL MEDIO SURGE UNA SATISFACCIÓN ÍNTIMA DE CONSERVACIÓN.